Continúa la situación crítica en nuestro país vecino de Haití, la ausencia de productos de primera necesidad atormentan a la población y los envuelve en una pobreza extrema, mientras que las bandas dominando las calles los hace uno de los países más inseguros y con más violencia en la actualidad.
Manifestaciones y saqueos son la forma que tienen los haitianos de mostrar su disgusto a las alzas en el combustible y demás problemáticas que los afectan. “La población roba para comer, todo está cerrado, estamos rodeados de violencia y no hay agua, ni combustible, ni comida, la situación es insostenible y vivir en Haití se ha vuelto imposible” fueron las palabras de un misionero salesiano desde la capital de Haití.